jueves, 27 de noviembre de 2014

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Sé qué ahora todo se trata de adaptarme. Curiosa palabra, nunca había pensado en ella,  ni siquiera cuando sabía que nuestros días en Nereos estaban contados.
Nereos ahora se me hace algo tan lejano, como un cuento, mi pequeña gran mentira, nadie me creería si contara acerca de nuestras ciudades...No he tenido aun oportunidad de acercarme a esta especie. Madre, hiciste un gran trabajo al alterar mi pigmentación y demás modificaciones, con las que poco a poco me voy acostrumbando. Pero nunca olvidaré cómo yo era en realidad, cómo eran los nereos. Nuestra piel, tan diferente a la deslavada piel de los que moran este pequeño planeta...
Me siento perdida en mi propio cuerpo, en mi piel, mi mente es un embrollo, producto de la información que me introdujiste en el Último Momento, aunque claro, eso último se me ha olvidado.

Si tú estuvieras aquí, madre, verías el porque todo me resulta tan complicado, el adaptarme, el acoplarme a esta especie. Tienen una disgustante forma de comunicarse, abriendo la boca para crear sonidos que bien podrían transmitirlos mentalmente, pero parece que aun no han evolucionado en ese aspecto. Son unos insólitos sonidos los que emiten ellos, que varian en tonalidades de acuerdo a los individuos, esto lo sé pues los he escuchado a hurtadillas mientras ocultaba mi figura.

Tampoco saben hacer esto último, ocultar sus figuras, borrando su coloración para mezclarse con el ambiente. Como un camaleón, así se dice al menos por acá, según lo detecta mi sistema interno de lenguaje....

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